Hungría estaba defendida por el Grupo de Ejércitos del Sur, comandados por el general Johannes Freissner que contaba con una fuerza de 480.000 hombres, alemanes y húngaros. Era vital conservar en poder del Reich los pozos petrolíferos del lago Balatón.
Durante el mes de octubre, las fuerzas del Eje lograron detener a los rusos, venciéndolos en la Batalla de Debrecen, causando 120.000 bajas y la destrucción de 500 carros de combate.
Moscú reaccionó nombrando al mariscal Rodión Malinovsky, comandante del III Frente de Ucrania, responsable de la toma de Budapest. Contaba con unas fuerzas de 635.000 hombres, 750 carros de combate y 1.100 aviones. Malinovski desbordó la frontera húngara y decidió rodear Budapest, en lugar de atacar sus fuertes defensas. El 24 de diciembre, tras el avance de los soviéticos a través de los Cárpatos, llegaron a la capital húngara por la retaguardia, quedando cercada.
Por orden de Hitler, se pusieron en marcha las tres operaciones Konrad, entre el 1 y el 27 de enero de 1945, último esfuerzo alemán de intentar hacer retroceder a los rusos. Budapest cayó en manos de las tropas de Malinovsky el 13 de febrero de 1945. Las bajas alemanas y húngaras se estiman en casi 70.000 hombres.
Aún así, la venganza de los soviéticos fue terrible. Se ejecutó a numerosos soldados alemanes y húngaros en el momento de la rendición. También fueron rematados muchos heridos. Medio millón de húngaros fue deportado a Siberia.
Por su parte, los rusos tuvieron unas bajas de 320.000 soldados, entre muertos y heridos. También perdieron 1.776 carros de combate, 4.127 cañones y 293 aviones.
BIOGRAFÍA: Rodion Malinovski nació en Odessa (Imperio Ruso), el 23 de noviembre de 1898, siendo sus padres judíos caraítas (hijos de las Escrituras). Cuando su padre los abandonó, las autoridades registraron a Rodion como hijo ilegítimo. Su madre, contrajo nuevo matrimonio con un campesino ucraniano pero, su padrastro, lo echó al cumplir 13 años. Una tía suya que vivía en Odesa, lo acogió y lo puso a trabajar como mozo en un almacén. Al inicio de la I Guerra Mundial y, a pesar de contar con sólo 15 años, logró ser admitido como voluntario para luchar contra Alemania. Sirvió en un destacamento de ametralladoras donde, gracias a su comportamiento, fue condecorado con la Cruz de San Jorge de 4º Grado y ascendido a cabo. Rodion fue enviado a Francia con el Cuerpo Expedicionario Ruso y, tras la Revolución rusa, siguió luchando en la Legión Extranjera Francesa, siendo ascendido a sargento y obteniendo la Croix de Guerre.
Al terminar la I Guerra Mundial, Malinovsky ingresó en el Ejército Rojo, luchó contra el Ejército Blanco y, tras acabar la Guerra Civil estudió en la Escuela de Formación de comandantes y se afilió al Partido Comunista. Entre 1927 y 1930 estudió en la Academia Militar de Frunze.
Se alistó como voluntario para luchar contra el fascismo en la Guerra Civil Española y, a su regreso en 1938, fue condecorado con la Orden de Lenin y con la Orden de la Bandera Roja.
Cuando se inició la invasión alemana de la Unión Soviética, el 22 de junio de 1941, Malinovsky era general de división y comandante del 48º Cuerpo de Rifles en el Distrito Militar de Odesa y fue uno de los pocos generales soviéticos que estuvo a la altura. Logró retrasar a la Wehrmacht, retirarse ordenadamente hacia el Mar Negro y llegó Dnipropetrovsk. En agosto ya era comandante del 6º Ejército y en diciembre fue nombrado comandante del Frente Sur.
Durante la crucial Batalla de Stalingrado (agosto de 1942-febrero de 1943), Malinovsky actuó como comandante del 66º Ejército, situado al noroeste de la ciudad. Su actuación fue fundamental para la victoria rusa sobre la Wehrmacht.
A continuación, como comandante del 3º Frente Ucraniano liberó Odesa y fue condecorado como Héroe de la Unión Soviética. Tras la liberación de Rumanía y Bulgaria, el 13 de septiembre de 1944 le fue concedido el título de Mariscal.
En febrero de 1945, Malinovsky capturó Budapest y continuó su ofensiva a través de Hungría y Eslovaquia hasta finalizar con la toma de Viena el 4 de abril de 1945.
Después de la rendición alemana, Malinovsky fue enviado al otro extremo de la Unión Soviética, donde dirigió la invasión de Manchuria, ocupada por los japoneses. Tras la rendición japonesa, el 2 de septiembre de 1945, le fue concedido por segunda vez el título de Héroe de la Unión Soviética.
Malinovsky permaneció lejos de Moscú en cargos militares hasta la muerte de Stalin, en 1953. Nikita Khrushchev le hizo volver a Moscú donde actuó como viceministro de Defensa en 1956 y, al año siguiente, como ministro de Defensa.
Durante la "Guerra Fría" no fue partidario de la guerra nuclear , aunque quedó tocado por el desenlace de la Crisis de los Misiles Cubanos, en 1962. De todas maneras, mantuvo su cargo de ministro de Defensa hasta su muerte, el 31 de marzo de 1967.
Fotos: Dominio público (Wikimedia Commons)
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