Corresponde a Shaka Zulú el mérito de unir a los zulúes convirtiéndolos, durante 12 años en la nación más poderosa de África del Sur.
Resulta difícil situar exactamente al personaje, puesto que los relatos orales sobre su juventud lo mitifican en exceso, mientras que británicos y bóers le otorgan una fama de líder cruel y sanguinario.
Lo cierto es que sus campañas militares provocaron migraciones masivas de población (difaqane o Mfecane) y terribles hambrunas.
La arrogancia de Shaka quedaba patente con estas palabras que se le atribuyen:
"No necesito guardaespaldas. Incluso los hombres más valientes que se me acercan sienten la debilidad en sus rodillas y sus corazones se vuelven de agua, mientras que sus cabezas son incapaces de pensar debido al miedo que los paraliza"
BIOGRAFÍA: Shaka nació en 1787 en la zona de Kwalazula (Natal, Sudáfrica). Él y su madre Nandi cayeron en desgracia y fueron repudiados por su padre, Senzangakona, que se convertiría en jefe de la tribu. Nandi se exilió con su hijo para protegerlo de humillaciones, malos tratos e, incluso, de ser asesinado por su padre.
Cuando fue capaz de luchar, el joven Shaka se alistó en un regimiento de la tribu Mthethwa, donde acabaría convirtiéndose en un magnífico guerrero de tal manera que, a la muerte del príncipe Mthethwa, se convertiría en jefe de la tribu, con el apoyo del líder de la coalición zulú, Dingiswayo.
Shaka fue ganando poder sobre otras tribus. Tras la muerte de su padre Senzangakona y de su hermanastro, ambas muy oportunas, continuó fortaleciéndose. En 1818 Shaka derrotó a Zwide, jefe de los Ndwandwe, uno de los peores enemigos de Dingiswayo, a quien había dado muerte.
Como jefe de las fuerzas zulúes y Mthethwa, convirtió su ejército en una magnífica máquina de combate (Sistema de Amabutho), formando regimientos bien entrenados y disciplinados integrados por hombres de igual edad, armados con lanzas cortas de hoja ancha e identificados por los dibujos de sus escudos.
Estos regimientos envolvían a sus enemigos y se lanzaban contra ellos en feroces ataques cuerpo a cuerpo. Las mujeres se convirtieron en las encargadas del abastecimiento y los niños, de la caza.
En 1819 venció y ejecutó a Zwide en la campaña de Mhlatuze. La estrategia consistió en fingir una retirada, mientras unidades zulúes hostigaban a los guerreros Ndwandwe. En 1825, con la derrota del hijo de Zwide, Sikhunyana, el imperio Zulú alcanzó su máximo apogeo (Batalla de Ndolowane).
Sólidamente instalado en un KRAAL fuertemente defendido en el río Tugela, Shaka administraba su imperio por medio del potente ejército y del control de la ganadería. Intentó negociar con bóers y británicos, que empezaban a internarse en el interior de Sudáfrica, aunque con escaso resultado.
Fue volviéndose cada vez más desconfiado y exigente con sus guerreros, prohibiéndoles relaciones sexuales de manera que, si una mujer quedaba embarazada, era ejecutada junto a su marido. Fue aumentando estas ejecuciones arbitrarias y sin sentido, ejecutando a 400 esposas acusadas de brujería.
El 23 de septiembre de 1828, Shaka Zulú murió apuñalado por sus hermanastros Dingane y Mhlangana, cuando se encontraba sentado delante de sus aposentos.
Fotos: Cortesía webzulu
Como jefe de las fuerzas zulúes y Mthethwa, convirtió su ejército en una magnífica máquina de combate (Sistema de Amabutho), formando regimientos bien entrenados y disciplinados integrados por hombres de igual edad, armados con lanzas cortas de hoja ancha e identificados por los dibujos de sus escudos.
Estos regimientos envolvían a sus enemigos y se lanzaban contra ellos en feroces ataques cuerpo a cuerpo. Las mujeres se convirtieron en las encargadas del abastecimiento y los niños, de la caza.
En 1819 venció y ejecutó a Zwide en la campaña de Mhlatuze. La estrategia consistió en fingir una retirada, mientras unidades zulúes hostigaban a los guerreros Ndwandwe. En 1825, con la derrota del hijo de Zwide, Sikhunyana, el imperio Zulú alcanzó su máximo apogeo (Batalla de Ndolowane).
Sólidamente instalado en un KRAAL fuertemente defendido en el río Tugela, Shaka administraba su imperio por medio del potente ejército y del control de la ganadería. Intentó negociar con bóers y británicos, que empezaban a internarse en el interior de Sudáfrica, aunque con escaso resultado.
Fue volviéndose cada vez más desconfiado y exigente con sus guerreros, prohibiéndoles relaciones sexuales de manera que, si una mujer quedaba embarazada, era ejecutada junto a su marido. Fue aumentando estas ejecuciones arbitrarias y sin sentido, ejecutando a 400 esposas acusadas de brujería.
El 23 de septiembre de 1828, Shaka Zulú murió apuñalado por sus hermanastros Dingane y Mhlangana, cuando se encontraba sentado delante de sus aposentos.
Fotos: Cortesía webzulu
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