El coronel Antonio Escobar era el comandante del Tercio Urbano de la Guardia Civil de Barcelona cuando se produjo la sublevación militar del 18 de julio de 1936. A pesar de ser militar y católico convencido, no dudó en mantenerse fiel a la República, al igual que su superior, el general Aranguren.
Su actuación fue determinante para acabar con los sublevados que habían salido a las calles barcelonesas desde los cuarteles del Bruc y de Lepanto. Luchó durante toda la Guerra, siendo herido varias veces hasta que, el 26 de marzo de 1939 rindió sus últimas tropas al general Yagüe en Ciudad Real, siendo el último general republicano que se encontraba en España cuando acabó la Guerra Civil Española.
En el diario escrito por él en prisión figuraba:
"Si mi vida y la de todos los que han caído sirve para que no vuelva a repetirse, nuestra sangre no habrá sido estéril"BIOGRAFÍA: Antonio Escobar Huerta nació en Ceuta (España) el 14 de noviembre de 1879. Hijo de militares, no dudó en seguir la tradición familiar.
El 19 de julio de 1936, como comandante del destacamento de la Guardia Civil de Barcelona, subió con sus hombres por la Vía Laietana y saludó de manera militar al pasar ante la Conselleria d'Ordre Públic de la Generalitat, demostrando así su fidelidad a la República. A continuación puso fin a la resistencia de los sublevados en el Hotel Colón y a la de las tropas del cuartel de Lepanto que resistían en la Iglesia de los Carmelitas en la Diagonal.
Escobar pasó entonces a combatir en el Ejército del Centro, siendo herido durante la Batalla de Madrid. Tras su recuperación, fue nombrado Director de Seguridad de Cataluña para mantener el orden en Barcelona tras los "Hechos de Mayo" de 1937, haciendo frente a los anarquistas que se oponían a la Generalitat. Pero nada más llegar fue gravemente herido por fuego de ametralladora.
Unos meses después, de nuevo recuperado, fue nombrado comandante del Ejército de Extremadura. En enero de 1939 dirigió la última ofensiva republicana de Valsequillo, que no tuvo relevancia en el resultado de la Guerra. Convencido del resultado de la Guerra, el 16 de febrero de 1939 participó en la reunión del Aeródromo de los Llanos, ante los generales Casado, Menéndez y Matallana, para intentar convencerlos de que era necesario negociar una rendición.
El 26 de marzo de 1939 se rindió ante el general Yagüe y se negó a huir a Portugal en la avioneta que le ofrecía el mismo Yagüe.
Juzgado por "rebelión militar" fue condenado a muerte y fusilado en el Castillo de Montjuic (Barcelona, Cataluña), el 8 de febrero de 1940
Fotos nº 1, 4 y 6 : Cortesía adn, Foto nº 2: Cortesía elcorreogallego, Foto nº 3: Cortesía barcelonaindymedia, Foto nº 5: Cortesía menudaeslahistoria, Foto nº 7: Cortesía guardiacivil
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