
Sucesor de Lautaro, lideró los enfrentamientos contra los conquistadores entre 1557 y 1558. Sólo la traición de un yanacona (indio al servicio de los españoles), llamado Andresico, permitió su captura, que fue seguida de una salvaje ejecución, que pretendió ser ejemplar.
Los mapuches o araucanos eran los habitantes establecidos entre el río Itata (Valle del Aconcagua) y el río Toltén (actual Chile). Fueron los mapuches que habitaban al sur del río Bío-Bío los que se opusieron duramente a los conquistadores españoles en el siglo XVI.

Al crecer, destacó por su poderoso físico, por su seriedad, su dureza y su decisión. El hecho de haber nacido tuerto, daba a su rostro un aspecto feroz.
Ya como cacique, participó en la junta de guerra que, liderada por Lautaro, preparaba la campaña militar contra los invasores españoles dirigidos por Pedro de Valdivia.
Atacaron sistemáticamente todos los establecimientos españoles y, tras el ataque a Tucapel, donde el ejército español fue derrotado, se capturó a Valdivia. Caupolicán presidió el tribunal que ordenó la ejecución del gobernador español, que se llevó a cabo el 25 de diciembre de 1553.
Tras la muerte de Lautaro, las derrotas en el Fuerte de San Luis y en la batalla de Lagunillas (5 de septiembre de 1555), donde 12.000 mapuches habían sido derrotados por 600 españoles y 1.500 yanaconas, hicieron patente la necesidad de elegir un líder único.
El Gran Consejo decidió elegir como Toqui al más fuerte de los candidatos. El vencedor fue Caupolicán, que fue capaz de sostener el tronco de un árbol durante más tiempo que nadie.

Tras dura lucha, los mapuches fueron derrotados y los supervivientes se refugiaron en los bosques de montaña.
Éstos, esperaron a que los guerreros entraran y aniquilaron a la mayoría, si bien el líder mapuche logró escapar. No obstante fue capturado el 5 de febrero de 1559 por hombres de Pedro de Avendaño.

Fotos: Dominio público (Wikimedia Commons).
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