
Este Mundial del 70 es considerado por los entendidos como uno de los mejores en la Historia del Fútbol, donde brillaron jugadores como Pelé o Franz Beckenbauer y, además, reinó el juego limpio ya que no hubo ningún expulsado. La final fue ganada por Brasil a Italia por 4 goles a 1 y la "Canarinha" se quedó en propiedad la Copa Jules Rimet.
Garrincha fue uno de los héroes de esa selección. Era un jugador tan querido por la afición brasileña que lo apodaron "La alegria do povo" (La alegría del pueblo).
Nadie diría a primera vista que ese muchacho podía jugar a fútbol. Tenía los pies girados hacia dentro, la pierna derecha 6 centímetros más larga que la derecha y la columna vertebral torcida. Tenía además, todo tipo de vicios poco recomendables para cualquier deportista: Fumaba desde los 10 años y su afición al alcohol le costaron la salud y la vida. Y eso por no hablar de su vida "sentimental".
Las características de su juego lo convertían en uno de los mejores regateadores de todos los tiempos: arranques imprevistos que dejaban "seco" al rival, cambios de sentido, amagos que rompían la cintura de los defensas. Todo ello provocaba la alegría de los aficionados y daba al fútbol brasileño una de sus características: la belleza.
De él dijo Pelé:
"Era capaz de hacer cosas con el balón que ningún otro jugador podía hacer. Sin Garrincha, yo nunca me hubiera convertido en tricampeón del mundo"

Era el séptimo hijo de Amaro, que trabajaba de vigilante nocturno.
De niño, Garrincha sufrió una poliomelitis que le dejó ciertas secuelas: la pierna izquierda curvada hacia adentro y, la derecha, seis centímetros más larga.
Empezó a jugar a fútbol en el equipo de la empresa textil en la que trabajaba. A pesar de su indudable calidad, equipos profesionales como el Fluminense y el Vasco de Gama desestimaron ficharlo debido a su aparente fragilidad. Logró, no obstante, que el Botafogo le hiciera una prueba en la que dejó asombrados a los asistentes a la misma.
Durante su carrera, jugó con los siguientes equipos: Botafogo (1953-1966) equipo con el que obtuvo tres títulos, Corinthians (1966-1968), Junior de Barranquilla (1968), (Flamengo (1969-1970), Red Star de París (1971-1972) y Olaria de Río de Janeiro (1972).
En 1955 ya fue seleccionado para jugar con la selección brasileña. Los psicólogos aconsejaron que no jugara con la canarinha en el Mundial de Suecia de 1958 pero el seleccionador, Vicente Feola, no hizo casó. El resultado fue que la selección brasileña gano su primer Campeonato Mundial. Tanta popularidad le condujeron a llevar una vida muy desordenada: fiestas, mujeres, alcohol y tabaco.
Garrincha fue elegido el mejor jugador del Mundial de Chile de 1962, donde Brasil ganó su segundo título mundial. Jugó también los Mundiales de Inglaterra 1966 y México 1970, año en que Brasil ganó su tercer título. Con la canarinha jugó 60 partidos, de los que ganó 52, empató 7 y perdió uno.
En 1964, Garrincha tenía mucho dolor en las rodillas y le fue diagnosticada el principio de una artrosis severa. A pesar de la negativa del Botafogo a que fuera intervenido quirúrgicamente, se operó del menisco. Nunca llegó a recuperarse del todo ni llegó a alcanzar el nivel de juego anterior.
Tras retirarse del fútbol profesional en 1972, su salud continuó deteriorándose debido a su alcoholismo. Garrincha murió en Río de Janeiro el 20 de enero de 1983 por causa de una congestión pulmonar, pancreatitis y pericarditis. Sólo tenía 49 años.
Fotos: Cortesía oficial site CFB
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