Tenía una gran capacidad tanto para la pintura como para el dibujo, y dominaba tanto el retrato como el paisaje. También se hizo muy popular con los carteles publicitarios. Casas fue uno de los pioneros del cartel en Cataluña.
El cartel, una de las formas de publicidad habituales de la época, debía captar la atención del espectador, trasmitir un mensaje comprensible y una imagen que entrara visualmente.
Uno de los puntos característicos de la pintura de Ramón Casas consiste en el nivel de detalle con el que pintaba sus obras, especialmente cuando se trataba de cuadros en los que aparecían multitudes.
Con estos cuadros de multitudes se convirtió en cronista de su época, pero sin seguir las reglas establecidas. Los expertos coinciden en que, al igual que Velázquez, usaba una gama de colores basada en tonos ocres, con el foco de luz situado en la posición del espectador, pinceladas sueltas y, como he dicho antes, gran gusto por los detalles.
Son cuadros que intentan emular a las instantáneas de un periodista del futuro, un momento en el que el artista no es más que un testigo. Ejemplo de ello es su cuadro "La Carga" en la que un Ausente Alfonso XIII está inaugurando las regatas de 1888 y sólo se ve a la Guardia Civil cargando contra la multitud.
En sus retratos, las personas posan con naturalidad y sitúa a las figuras en espacios conseguidos por medio de gradaciones de luz. Casas intenta transmitir la vida interior de cada personaje y mostrar la belleza de lo cotidiano, singularizando a sus personajes.
Uno de los personajes más retratados por Ramón Casas fue Júlia Peraire, una vendedora de lotería de las Ramblas de Barcelona, con la que se llevaba 22 años de diferencia y que primero se convirtió en su musa, luego en su amante y, finalmente, en su esposa.
BIOGRAFÍA: Ramón Casas i Carbó nació en Barcelona (Cataluña), el 4 de enero de 1866, siendo su padre Ramón Casas i Gatell, un indiano de Torredembarra que se había hecho rico en Cuba. Su madre, Elisa Carbó i Ferrer pertenecía a la burguesía catalana.
No era un buen estudiante pero, dada su facilidad y afición por el dibujo, su padre le facilitó los estudios de pintura a la edad de once años en el estudio de Joan Vives, el conocido retratista.
A partir de 1881 empezó a colaborar con publicaciones como L'Avenc. También viajó a París con sus primos, logrando estudiar en el taller del pintor Carolus-Duran, influenciado por Manet. De vuelta a Barcelona, en 1883 conoció al que sería su gran amigo Santiago Rusiñol y expuso en la sala Parés el paisaje "Sant Hilari". Ese mismo año viajo por España, quedando encantado con la cultura andaluza y pintando un autorretrato vestido de flamenco, "El Xulo" , que exhibió en la sala Parés. En enero de 1884 envió a la misma sala la obra "Cursa de Braus".
En 1885 volvió a París y estudió en la Academia Gervex. No tardó en viajar a Madrid, donde estudió a los clásicos en el Museo del Prado y se vio muy influenciado con la pintura de Velázquez. Entre 1890 y 1892, junto a Rusiñol, Utrillo y Zuloaga, se instalaron en París, en el Barrio de Montmartre y Casas realizó algunas pinturas que ilustraban los artículos de la serie "Desde el Molino", que Rusiñol enviaba a La Vanguardia.
Durante los años 90 del siglo XIX expuso con regularidad en la Sala Parés, destacando obras como: "Garrote Vil", "La Carga", "Baile de Tarde", "Procesión de Santa María del Mar" o "El Embarco de Tropas".
En 1897 tomó parte en la fundación del café Els Quatre Gats, donde conoció a su futuro mecenas, William Deering. También participó en la fundación su amigo Pere Romeu, aficionado al ciclismo y el automovilismo y con quien salió en el famoso cartel. Por este establecimiento desfilaron artistas e intelectuales, convirtiéndose en un foco de difusión del Modernismo. Entre 1899 y 1903, fundó con su amigo Miguel Utrillo Pèl & Ploma la revista más importante del Modernismo de España.
Desde 1897 se dedicó también a la producción de carteles, siendo uno de los pioneros en este tipo de arte publicitario. En 1905, en Madrid, recibió el encargo de pintar el rey Alfonso XIII. Entre 1908 y 1921 realizó algunos viajes por España y Europa con su amigo y mecenas, el estadounidense Charles Deering. Éste instaló su residencia en Sitges, lo que explica la gran cantidad de obras del pintor en museos y colecciones de Estados Unidos.
Casado con Júlia Peraire en 1922, se instaló con su esposa en el monasterio de Sant Benet, de su propiedad, que fue remodelado como residencia y estudio de trabajo. Ramón Casas murió en su residencia de San Gervasio (Barcelona), el 29 de febrero de 1932.
Fotos: Cortesía official site Ramón Casas
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