Los hunos que llegaron a Europa eran una rama de los hsiung-nu de etnia protomongola, que formaban tribus nómadas que habitaban el noroeste de China y Asia Central. Se caracterizaban por su belicosidad, por su movilidad gracias al extraordinario dominio de sus caballos y por el empleo del arco.
Su imperio se extendía del río Danubio al mar Báltico y de Europa Central hasta el mar Negro. Además, Atila atacó los Balcanes en dos ocasiones, llegó a las puertas de Roma e invadió la Galia, donde sufrió una gran derrota en la Batalla de los campos Cataláunicos, el 20 de junio de 451.
El nombre Atila podría ser un diminutivo del idioma gótico "atta" (padre). Estando a las puertas de Roma con su ejército, una misteriosa conversación con el papa León I, tuvo como consecuencia que Atila decidiera retirarse, respetando la ciudad. ¿Qué le diría el Papa?
Decidió atacar de nuevo Constantinopla, pero la muerte se adelantó a sus planes a principios de 453. Idilco, una princesa bactriana de 17 años rubia, esbelta y de ojos azules fue el último capricho de Atila. La obligó a contraer matrimonio y, tras el espectacular banquete de boda, el líder huno sufrió una hemorragia interna masiva que le provocó la muerte. Idilco fue encontrada escondida y aterrorizada en un rincón de la estancia. A la muerte de Atila, y sin un líder claro, el imperio de los hunos se desintegró.
BIOGRAFÍA: Atila nació alrededor del año 395, siendo hijo de Mundzuc. Poco se sabe de su infancia pero, tras la muerte de su padre, su tío Rugas se encargó de enseñar a ser guerreros a Atila y a su hermano Bleda.
Como signo de amistad entre pueblos aliados, los romanos intercambiaban rehenes. Atila fue enviado a Roma donde aprendió su cultura, sus costumbres y sus tácticas. En 420 regresó con los hunos.
Rugas unificó a los hunos en 432 y, a su muerte en 434, dejó a sus sobrinos Bleda y Atila el dominio de todas las tribus hunas. Ambos hermanos consiguieron un acuerdo con los romanos por el que recibirían 230 kilos de oro, ventajas comerciales para los hunos y 8 sólidos (moneda bizantina) de oro por cada prisionero romano liberado.
Durante cinco años, los hunos dirigieron sus ofensivas hacia Persia donde finalmente sufrieron una derrota en Armenia. En 440 retomaron sus ataques en la zona del Danubio donde devastaron ciudades ilirias como Vimicacium (Moesia Superior, actual Serbia). Teodosio se encontraba en serias dificultades para defenderse ya que también era atacado por el sasánida Yazdegerd II y por el vándalo Genserico en Cartago. Los hunos encontraron poca resistencia para penetrar en los Balcanes, llegando hasta los muros de Constantinopla. El nuevo tratado de paz costó a Teodosio mucho más que el anterior: 1.963 kilogramos de oro como indemnización, un tributo anual de 687 kilogramos de oro y un rescate por cada prisionero romano de 12 sólidos de oro.
Alrededor del año 445 Atila se convirtió en el único rey de los hunos, tras la muerte de su hermano Bleda, no se sabe si asesinado o por muerte natural.
En 447 Atila volvió a penetrar en los Balcanes y, aunque el magister militum Arnegisclo, le causó graves pérdidas en el río Vid, logró sembrar el terror en los Balcanes arrasando decenas de ciudades y asesinando a miles de personas.
En 450 Atila decidió atacar el Imperio Romano de Occidente para extender sus dominios hasta el Atlántico, conquistando la Galia. Llegó en 451 a la actual Bélgica con medio millón de hombres que incluían a los hunos y a los guerreros que aportaron los reinos godos vasallos. Tras la toma de Metz, el rey visigodo Teodorico I se alió con los romanos. Un ejército combinado de romanos y visigodos comandado por el magister militum Flavio Aecio se enfrentó a los hunos y los derrotó en la Batalla de los Campos Cataláunicos, el 20 de junio de 451.
Al año siguiente, Atila penetró en Italia devastando numerosas ciudades como era su costumbre. Tras detenerse en el río Po se reunió con una embajada formada por el prefecto Trigecio, el cónsul Avieno y el papa León I y decidió retirarse, sin pedir nada a cambio. En 453 decidió invadir de nuevo Constantinopla ya que el emperador Marciano, sucesor de Teodosio II, había dejado de pagar el tributo.
Como he explicado en "El Personaje", le sorprendió la muerte en su noche de bodas, en el valle de Tisza (Hungría), cuando se encontraba con la princesa Idilco, en 453. Fue enterrado en un lugar secreto en un triple sarcófago de oro, plata y hierro.
Fotos: Dominio público (Wikimedia Commons)
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