EL PERSONAJE: Henri Désiré Landru, apodado "el Barba Azul de Gambais", fue un asesino en serie de viudas, muy numerosas y muy necesitadas en los años de la Gran Guerra y a las que él sabía enamorar.
Todo empezaba con un anuncio en el periódico que decía: "Viudo, dos hijos, cuarenta y tres años, solvente, afectuoso, serio y en ascenso social, desea conocer viudas con fines matrimoniales"
Obviamente recibía montones de ofertas, que estudiaba detenidamente e iba clasificando a las que no tenían dinero (SF, sin fortuna) y contestando a las que aparentaban tener una buena posición para averiguar más detalles sobre su riqueza. Con su aspecto elegante y refinado conseguía ganar su confianza y hacerse cargo de su dinero, sus joyas y sus propiedades. Luego las llevaba a un romántico fin de semana a su casa de campo, donde las asesinaba, las descuartizaba con una sierra y las incineraba en el horno de la casa.
A pesar de las denuncias de los familiares de las mujeres desaparecidas, la policía francesa estaba colapsada persiguiendo desertores de las trincheras. Finalmente, el sospechoso crecimiento de su fortuna y la descripción de algún familiar señalando a un señor calvo, con barba y de aspecto respetable, hicieron que Landru fuera descubierto.
Entre 1915 y 1919, Landru había sido capaz de enamorar a 293 mujeres y acumulaba una fortuna cercaba a los 36.000 francos. En su casa de campo se encontraron ropas de mujer, 300 huesos humanos que incluían 103 fragmentos de cráneos, piezas dentales de oro y alrededor de 100 kilogramos de restos procedentes de incineración.
Tras su detención, se defendió en el juicio con argumentos como:
"Me procesan por diez mujeres cuando he conocido a centenares...¡Qué generoso es este tribunal!...Estafador, lo admito, pero asesino no. Ellas estaban solas y yo les he dado un poco de esperanza. Las he amado, las he despojado, pero no las he matado. ¿Qué fue de ellas? No sé. ¡Es increíble cómo pueden desaparecer tantas mujeres sin dejar rastros...!¡Que me traigan las pruebas!"
Juzgado y condenado a muerte, sus últimas palabras fueron:
"No es la primera vez que se ha condenado a un inocente"
BIOGRAFÍA: Henri Désiré Landru nació en París (Francia), el 12 de abril de 1869, siendo su padre Julien Alexandre Silvain Landrú, chófer, y Flore Henriquel, costurera y lavandera.
Landru pasó su infancia en la rue du Cloister-Notre-Dame y estudió en la escuela de los Hermanos de la Rue de Bretonvilliers. También cantó en el coro de la iglesia de Saint-Louis-en-l'Ile. En 1889 trabajaba como secretario de arquitectura en Bisson-Alleaume-Lacoeur y, ese mismo año, sedujo a su prima hermana Marie-Catherine Rémy y, tras dejarla embarazada, se tuvo que casar con ella el 7 de octubre de 1893. Tendría con ella tres hijos más. Landru había servido durante tres años en el 87º Regimiento de Infantería de Saint-Quentin, de donde se había licenciado con el grado de sargento.
Hasta 1900, Landru trabajó en quince empresas realizando diversos trabajos administrativos, como vendedor e, incluso como fontanero. Obligado por las necesidades de su numerosa familia fundó una fábrica de bicicletas de petróleo que promocionó por todo el país, solicitando un tercio del valor de la bicicleta por adelantado para fabricarla. Nunca fabricó las bicicletas y se esfumó con todo el dinero. Continuó con sus estafas bajo diferentes identidades y eludiendo a las autoridades aunque, en 1909 fue condenado a tres años de prisión por estafar a su primera viuda, Jeanne Izoret a la que le engañó por valor de 20.000 francos. Su avergonzado padre acabó suicidándose.
Al salir de la cárcel continuó realizando estafas y acumulando alguna condena más. La posibilidad de ser deportado a las prisiones de Guyana si era condenado nuevamente, no permitía que fuera reconocido por alguna de sus víctimas. Eso le hizo cambiar de estrategia. La primera víctima fue Jeanne Cuchet, una guapa viuda de 39 años con un hijo de 17 años, André. Bajo la identidad de Raymond Diard se hizo pasar por inspector de correos y alquiló un piso en el barrio de Vernouillet donde, tras serle confiados los 5.000 francos ahorrados, los asesinó, descuartizó y quemó en la chimenea. Pero decidió que debía buscar un lugar más apartado.
Simulando ser un próspero viudo alquiló una casa en Gambais (Seine-et-Oise, Yvelines), un apartado lugar lejos de miradas indiscretas. Allí fue asesinando a sus siguientes víctimas, tras asegurarse el control de sus bienes por poderes y custodiar sus joyas y dinero en efectivo. Bajo la pantalla de su matrimonio y sus hijos y el adoptar hasta 90 identidades diferentes, que no se podían comprobar por alegar que la documentación estaba en zonas ocupadas por los alemanes, Landru continuó con su actividad asesina sin levantar sospechas.
A finales de 1918, coincidiendo con el fin de la I Guerra Mundial, el alcalde de Gambais empezó a recibir cartas preguntando por mujeres (Anne Collomb o Celestine Buisson) que vivían con hombres llamados (Dupont o Frémyet) y que habían desaparecido. El sorprendido alcalde informó que no conocía a estos señores. El inspector Jules Belin llevó sus investigaciones a la villa "L'Hermitage", alquilada a un tal Frémyet de Rouen. En abril de 1919, un testigo reconoció al escurridizo hombre llamado Lucien Guillet.
El 12 de abril de 1919, fue detenido en su domicilio del 76 de la Rue Rochechouart y se encontró una licencia de conducir a nombre de Henri Desiré Landru y un cuaderno con 11 nombres de mujeres, incluidas las dos desaparecidas de Gambais. El análisis de los documentos de Landru demostraba la estafa a 283 mujeres, contactadas la mayoría por anuncios en los periódicos. En mayo de 1919 el juez Bonin acusó a Landru del asesinato de las 11 desaparecidas.
En sus residencias fueron encontrados restos humanos mezclados con ceniza, grapas, alfileres, botones, restos de corsés, 47 dientes, fragmentos de cráneos, muebles almacenados. Una prueba determinante fueron los recibos de billetes de tren con viaje de ida y vuelta para él, y solo de ida para sus acompañantes. El juicio duró dos años y Landru nunca reconoció su culpabilidad. A pesar de que la policía estimaba entre 117 y 300 mujeres asesinadas, fue condenado por el asesinato de 11, el 30 de noviembre de 1921 y guillotinado en la cárcel de Versalles el 25 de febrero de 1922.
Fotos: Dominio público (Wikimedia Commons)
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