Gracias a la influencia de otro poeta y soldado, Siegfried Sasoon, su obra destacó entre el resto de innumerables poemas escritos durante o después del conflicto.
Los poemas más importantes, por supuesto todos antibelicistas: "Himno a la Juventud Condenada", "Insensibilidad", "Extraña Reunión", "Futilidad", "La Parábola del Viejo y el Joven". Destaca su poema "Dulce et decorum est", en referencia al verso del poeta romano del siglo I a C, Quinto Horacio Flaco: "Dulce et decorum est pro patria mori" (Dulce y honorable es morir por la patria).
El poema de Owen demuestra la mentira que esconden estas palabras narrando un episodio en el que un soldado absolutamente agotado que se retira de la primera línea del frente con sus compañeros, sufre un ataque de gas y contempla la agonía de un compañero que no ha tenido posibilidad de ponerse la máscara.
"Doblados como viejos mendigos bajo bolsas,
chocando las rodillas y tosiendo como viejas, maldecimos a través del lodo
hasta darle la espalda a las condenadas bengalas
y empezar a arrastrarnos a un descanso remoto.
Los hombres marchaban dormidos. Muchos ya sin botas
cojeaban calzados de sangre. Todos patéticos, ciegos todos,
ebrios de cansancio, sordos incluso a los silbidos
de proyectiles decepcionados que caían más atrás.
¡Gas! ¡Gas! ¡De prisa, chicos! En un éxtasis de torpeza
nos calamos torpes cascos justo a tiempo;
Pero alguno seguía pidiendo ayuda a gritos tropezando
indeciso como un hombre ardiendo en llamas o cal viva.
Borroso tras los vidrios empañados y a través de aquella verde luz espesa,
como hundido en un mar verde, lo vi ahogarse.
En todos mis sueños, ante mi vista indefensa,
se abalanza sobre mí, se atraganta, se ahoga, se apaga.
Si en algún sueño asfixiante también pudieras seguir a pie
la carreta donde lo arrojamos
y ver cómo retorcía los blancos ojos en la cara,
una cara colgante, como un diablo harto del pecado;
Si pudieras oír, a cada tumbo, la sangre
vomitada por pulmones de espuma corrompidos,
obsceno como el cáncer, amargo como pus
de viles llagas incurables en lenguas inocentes,
amigo mío, no contarías con tanto entusiasmo
a los niños que arden ansiosos de gloria
esa vieja mentira: Dulce et decorum est
Pro patria mori"
BIOGRAFÍA: Wilfred Edward Salter Owen nació en Weston Lane (Oswestry, Inglaterra), el 18 de marzo de 1893, siendo sus padres Thomas Owen y Harriet Susan. Tuvo tres hermanos menores: Harold, Colin y Mary Millard. Durante su infancia, la familia cambió frecuentemente de lugar de residencia, debido a los diferentes destinos de su padre en el ferrocarril.
Wilfred Owen fue educado en el instituto de Birkenhead y, a continuación, en la escuela técnica de Shrewsbury. Su madre, anglicana evangélica, influyó mucho en sus creencias religiosas. Su amor a la poesía lo descubrió en 1904, durante unas vacaciones en Cheshire y, sus primeros versos trataban sobre la Biblia y estaban influenciados en la poesía romántica de John Keats. En 1911 fue admitido en la Universidad de Londres, aunque no con honores, por lo que no pudo acceder a una beca. Para pagar los gastos de su matrícula trabajó como ayudante laical del vicario de Dunsden, donde acabó desilusionado con la Iglesia. En 1912 fue a Francia, donde trabajó como profesor de idiomas en la Escuela Berlitz. Al estallar la Guerra volvió a Inglaterra.
El 21 de octubre de 1915 se alistó en el Artists' Rifles Officers' Training Corps, durante los siete meses siguientes recibió formación militar en Essex. El 4 de junio de 1916 fue comisionado segundo teniente y destinado al Regimiento de Manchester. Le costó adaptarse a la conducta superficial y grosera de sus compañeros, a la vez que vivió varias experiencias traumáticas: ser absorbido por la onda expansiva de un mortero para caer sobre los restos de un compañero, o quedar atrapado durante días en una trinchera alemana abandonada. Estas vivencias le produjeron el trastorno de estrés postraumático, siendo enviado al Hospital de Guerra Craiglockhart de Edimburgo. En esta institución conoció al poeta Siegfried Sasson quien le influenció de tal manera que transformó su vida. Tal era la adoración que le profesaba.
Owen regresó al servicio activo en Francia en julio de 1918 de manera voluntaria. El 1 de octubre, al frente de una unidad del Regimiento de Manchester asaltó algunos puntos fuertes alemanes cerca de la aldea de Joncourt, recibiendo la Military Cross a título póstumo. Wilfred Owen murió en acción el 4 de noviembre de 1918, durante el cruce del Canal de Sambre-Oise (Francia), una semana antes del fin de la Guerra. Fue ascendido a teniente al día siguiente de su muerte. Su madre recibió el telegrama que le anunciaba su muerte el mismo día del Arsmisticio, el 11 de noviembre de 1918, en pleno estallido de alegría por el fin de la Guerra.
Fotos: Dominio público (Wikimedia Commons)
Wilfred Owen fue educado en el instituto de Birkenhead y, a continuación, en la escuela técnica de Shrewsbury. Su madre, anglicana evangélica, influyó mucho en sus creencias religiosas. Su amor a la poesía lo descubrió en 1904, durante unas vacaciones en Cheshire y, sus primeros versos trataban sobre la Biblia y estaban influenciados en la poesía romántica de John Keats. En 1911 fue admitido en la Universidad de Londres, aunque no con honores, por lo que no pudo acceder a una beca. Para pagar los gastos de su matrícula trabajó como ayudante laical del vicario de Dunsden, donde acabó desilusionado con la Iglesia. En 1912 fue a Francia, donde trabajó como profesor de idiomas en la Escuela Berlitz. Al estallar la Guerra volvió a Inglaterra.
El 21 de octubre de 1915 se alistó en el Artists' Rifles Officers' Training Corps, durante los siete meses siguientes recibió formación militar en Essex. El 4 de junio de 1916 fue comisionado segundo teniente y destinado al Regimiento de Manchester. Le costó adaptarse a la conducta superficial y grosera de sus compañeros, a la vez que vivió varias experiencias traumáticas: ser absorbido por la onda expansiva de un mortero para caer sobre los restos de un compañero, o quedar atrapado durante días en una trinchera alemana abandonada. Estas vivencias le produjeron el trastorno de estrés postraumático, siendo enviado al Hospital de Guerra Craiglockhart de Edimburgo. En esta institución conoció al poeta Siegfried Sasson quien le influenció de tal manera que transformó su vida. Tal era la adoración que le profesaba.
Owen regresó al servicio activo en Francia en julio de 1918 de manera voluntaria. El 1 de octubre, al frente de una unidad del Regimiento de Manchester asaltó algunos puntos fuertes alemanes cerca de la aldea de Joncourt, recibiendo la Military Cross a título póstumo. Wilfred Owen murió en acción el 4 de noviembre de 1918, durante el cruce del Canal de Sambre-Oise (Francia), una semana antes del fin de la Guerra. Fue ascendido a teniente al día siguiente de su muerte. Su madre recibió el telegrama que le anunciaba su muerte el mismo día del Arsmisticio, el 11 de noviembre de 1918, en pleno estallido de alegría por el fin de la Guerra.
Fotos: Dominio público (Wikimedia Commons)
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