Encuentro muchas semejanzas entre la derrota del general George Armstrong Custer y su 7º de Caballería, y el general Fernández en Annual: ambos despreciaron la capacidad del enemigo y al enemigo mismo, ambos se equiparon insuficientemente (Custer por ahorrar peso y Fernández por armamento anticuado), y ambos dividieron sus fuerzas, facilitando el exterminio de las propias tropas. Otro aspecto común entre ambos fue que, en su juventud, fueron soldados muy arrojados y valerosos, lo que quizás no es lo mejor a la hora de dirigir tropas.
Fernández Silvestre separó a sus fuerzas en 140 fortines, denominados "blocaos" y que consistían en pequeñas fortificaciones con pocos soldados que pretendían molestar los movimientos de los rifeños. Dichos blocaos, completamente aislados entre sí, formaban una media luna desde el sur de Melilla hasta Sidi Dris, al oeste. La misma filosofía de Fernández lo definía perfectamente. Según el manifestaba:
"La única forma de tener éxito con los moros, consiste en decapitarlos a todos"
"Sabias palabras" que le costarían la vida a él y a 18.000 soldados españoles que fueron cazados por los "pacos" de las harkas de Abd el-Krim. El mote hacía referencia al sonido del disparo en la lejanía y cuando llegaba el proyectil a su destino. Los heridos y civiles que quedaron atrás fueron torturados y asesinados.
A las pérdidas humanas hay que añadir la pérdida de 20.000 fusiles, 400 ametralladoras, 129 cañones, municiones y pertrechos, así como la destrucción de infraestructuras: líneas férreas y telegráficas, hospitales o escuelas. La derrota y sus consecuencias fue estudiada ampliamente en el Expediente Picasso, realizado por el general de división Juan Picasso.
Esta derrota marcó el punto más bajo de la decadencia española, tras la pérdida de Cuba y Filipinas. Tuvo como consecuencia final el golpe de Estado y la dictadura de Miguel Primo de Rivera. ¿Y las protestas del pueblo? Pues para eso están los golpes de estado militares, según la larga tradición española de falsa democracia: dictaduras, golpes de estado y constituciones inamovibles e "interpretables", siempre a favor del supremacismo castellano, y asfixiantes para las otras nacionalidades, etc....y esa afición a tener colonias que exprimir.
Desde febrero de 1896 a agosto de 1898 sirvió en el Regimiento Expedicionario de El Príncipe, destacando por su arrojo y valor en numerosos combates y siendo gravemente herido en varias ocasiones en enfrentamientos contra los mambises.
El 11 de agosto de 1896, Valeriano Weyler, Gobernador General de Cuba le concedió cuatro meses de permiso para que se recuperara en España. Tras su reincorporación, se distinguió en los combates de Sábana de Maíz y en Pinar del Río. En julio de 1897 tuvo que ser ingresado por causa del paludismo y, el 30 de septiembre fue ascendido a capitán. En enero de 1898 volvió al combate con el mismo valor y arrojo y salvando la vida milagrosamente a pesar de recibir varios disparos y machetazos. Como premio, fue ascendido a comandante.
Silvestre regreso a España el 29 de agosto de 1898 donde estuvo destinado en regimientos de caballería de Madrid y Zaragoza. El 17 de diciembre de 1899 contrajo matrimonio con Elvira Duarte Oteiza, con quien tuvo dos hijos: Elvira y Manuel. En 1904 fue nombrado comandante del Escuadrón de Cazadores de Alcántara de Melilla.
En agosto de 1908, Fernández Silvestre fue destinado a Casablanca por el Ministro de Estado y nombrado Jefe Superior Instructor de la Policía Jerifiana, conforme a los deseos del sultán Abd el-Hafiz. También tenía el mando de las tropas españolas que había en la ciudad. El 27 de febrero de 1909 fue nombrado teniente coronel. Nombrado jefe de las tropas de Larache y Alcazarquivir, el 13 de junio de 1911 tuvo que negociar con el líder local, El Rasuini, para calmar los ánimos antiespañoles.
El 22 de febrero de 1912, Fernández Silvestre fue ascendido a Coronel. Sus actuaciones expansivas inquietaron a los franceses, que obligaron a España a reducir el Protectorado español a 21.000 kilómetros cuadrados, la zona más pobre y problemática de Marruecos. El 19 de junio de 1913 fue ascendido a general de brigada.
El 9 de julio de 1915, Fernández Silvestre fue nombrado ayudante de campo de Alfonso XIII, puesto que ocuparía durante cuatro años. El 28 de junio de 1918 fue ascendido a general de división. Volvió a África el 23 de julio de 1919 al ser nombrado comandante general de Ceuta y, tres meses más tarde derrotó a los cabileños de El Raisuni.
El 12 de febrero de 1920, se entregó a Silvestre la Comandancia General de Melilla. Su plan consistía en recuperar el control sobre la región oriental del Protectorado Español. Entre mayo de 1920 y junio de 1921 el plan español se realizó sin problemas graves. Quizás la ausencia de resistencia eficaz ayudo a que Silvestre extendiera sus líneas en exceso. El 1 de junio la posición de la colina de Abarrán y la posición costera de Sidi Dris fueron atacadas simultáneamente, muriendo alrededor de 300 soldados españoles. Aún así, Fernández Silvestre pensó que eran ataques aislados y mantuvo sus dispersas posiciones.
El 17 de julio, Abd-el-Krim inició un ataque general contra las líneas españolas. Cayó primero la posición de Igueriben, que contaba con 350 hombres, el 22 de julio, a pesar de las tres columnas de refuerzo enviadas en su ayuda. La posición de Annual llegó a contar con 5.000 hombres con 3 batallones, 18 compañías de infantería, 3 escuadrones de caballería y 5 baterías de artillería. La fuerza atacante era de 18.000 rifeños armados con fusiles y antiquísimas espingardas, pero con una puntería, una dureza y una capacidad de sacrificio enormes.
Silvestre comprendió que la posición era insostenible por falta de agua, y ordenó una retirada hacia el campamento de Dar-Drius: La retirada empezó de manera ordenada pero sufrió fuertes ataques de la cabila bereber de los Beni Urriaguel. Silvestre había ordenado la creación de dos convoyes: uno con los mulos y el equipo (impedimenta) y otro con el grueso de la tropa, los heridos y el armamento pesado. Las alturas ya estaban dominadas por tiradores rifeños que desencadenaron el caos en los convoyes españoles. Soldados y oficiales en desbandada abandonaron carros con equipo y heridos.
Fernández Silvestre, que aún se encontraba en el campamento de Annual cuando empezó la desbandada, perdió la vida en circunstancias no aclaradas, ese 22 de julio de 1921. Sus restos nunca fueron encontrados. Se calcula que, en cuatro horas murieron 2.500 españoles en Annual y otros 1.500 en otras posiciones de la línea de blocaos.
Fotos: Dominio público (Wikimedia Commons)
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